-
Arquitectos: Ortuzar Gebauer Arquitectos
- Área: 800 m²
- Año: 2020
-
Fotografías:Pablo Casals-Aguirre, Erick Krohn
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Es un hotel ubicado en la isla grande de Chiloé, inspirado en los conjuntos rurales y las estancias patagónicas, que construye un resguardo para contemplar el clima extremo y cambiante de los paisajes de Chiloé. La Estancia se ubica en la península de Rilan, que se caracteriza por sus sinuosas praderas verdes, las vistas a los canales e islas del archipiélago de Chiloé y los pequeños villorrios rurales con vida de campo.
La cercanía con Castro centro ha provocado que en Rilan se haya concentrado la mejor y más exclusiva oferta hotelera que se encuentra en Chiloé. El terreno se ubica en el último tramo de la península, a 30km. del centro de Castro. La mayor distancia del terreno respecto a la oferta existente es determinante para concebir la Arquitectura del proyecto, por lo que se espera calificarlo como un lugar único y especial
El paisaje natural es enriquecido por el paisaje cultural. Camino al terreno podemos encontrar en cada rincón la típica Arquitectura rural de Chiloé, y una vez en el terreno, se destaca la belleza natural del terreno que cuenta con dos condiciones topográficas: una pradera asoleada y un bosque muy húmedo. El desafío de diseño fue que en un clima predominantemente frio y lluvioso, debíamos captar la luz y el calor del norte, sin embargo, las vistas del terreno son predominantemente hacia el sur.
La respuesta fue construir un interior resguardado del clima extremo, orientando la mayor parte de sus espacios hacia el sur, para disfrutar de las vistas y el paisaje, e incorporando el calor y la luz del sol a través de una fachada completamente vidriada orientada hacia el norte. El uso de la energía es optimizado a través de estrategias de diseño pasivo, para captar calor y ventilar de forma cruzada manteniendo los espacios frescos y ventilados.
La forma y disposición del proyecto se inspira en los conjuntos rurales de Chiloé, los cuales se componen principalmente de una casa familiar entorno a la cual, se ubican diferentes volúmenes o elementos.
Es así como el hotel se compone de un volumen principal, que es la casa familiar entorno a la cual, se ubican diferentes volúmenes o elementos. La casa familiar es el lugar de encuentro, de bienvenida, un lugar amplio y cálido en donde los pasajeros se sienten como en casa.
El volumen acceso, que actúa como “chiflonera”, “zaguán” o acceso resguardado del viento, conecta la casa familiar con el volumen de las habitaciones.
Las habitaciones, compuestas de dos volúmenes conectados, con 4 habitaciones cada uno, lo que permite abrirlos y cerrarlos según ocupación, calefaccionando solo los espacios en uso. Cada volumen con 4 habitaciones posee un estar común cálido y luminoso, orientado al norte. Las habitaciones en cambio son orientadas al sur, direccionando las vistas hacia el estero de Castro, los revestimientos oscuros ayudan a enfocar la vista, siendo el paisaje el principal protagonista.
La anti cava, o pabellón del vino, es otro volumen que entrega actividades a los visitantes, es el lugar en donde se degustan distintas sepas que hoy se producen en las zonas más australes del mundo como Chiloé y son el atractivo del lugar. Otros volúmenes como la leñera, lavandería y servicios, quincho, miradores, lagunas con espacios de meditación y otros, están ubicado dentro de las 2 hectáreas de terreno.
Gran parte del hotel fue construido con materiales locales como el mañío en toda la estructura a la vista, mesas, mesones, camas y otros. La piedra cancagua, piedra originaria de la zona pacifico de Ancud, labrada por los últimos cancagueros existentes. El proyecto considera la recolección de aguas lluvias, y la separación de aguas grises de las aguas negras, para riego del parque, el cual está compuesto de varios senderos y lagunas con espacios para meditación y yoga.